03 - 01 - 2013

 

Julio Banacloche, Julio, fue el motor de AA Pilaristas FS durante muchos años. Más que un entrenador para muchos de los que pasamos por sus manos, nos permitimos el lujo de contar en él para iniciar esta sección de entrevistas a personas vinculadas a nuestro equipo.

 

P-. La primera pregunta que me viene a la mente es desde cuándo te empieza ese gusanillo por entrenar, porque desde muy joven empezaste a dirigir equipos inferiores en el colegio…

R-.Desde que empecé la Universidad, en el curso 87/88. Yo nunca he jugado bien al fútbol; y como me gusta mucho ese deporte, probablemente pensé entonces que, dado que era imposible que pudiera llegar a jugar medianamente bien, quizá podría servir para entrenar y así seguir relacionado con él.

 

P-. ¿Y cómo se te plantea la posibilidad de dirigir al equipo sénior del colegio, que por aquel entonces iniciaba su andadura por las categorías más bajas del fútbol sala?

R-. Históricamente, los equipos federados del Colegio terminaban en el juvenil. Es cierto que existía un equipo no federado que dirigía Nacho Medina (Hijas del Sol, luego llamado Ynsadiet), donde con el tiempo terminaban jugando los chavales mejores del Club Pilaristas, una vez que empezaban la Universidad. Cuando ese equipo, que entrenaba Nacho (yo hacía las veces de segundo), desapareció en 1995, planteé la posibilidad de que se federaran sus jugadores y se creara el sénior del Pilaristas. Como yo estaba de vocal de la Asociación de Antiguos Alumnos, le pedí a la Asociación su apoyo institucional y económico y lo dio sin problemas; y lo mismo el Club Pilaristas, con el inestimable respaldo de Nacho y de Santos (y luego de Eduardo Melón y José Luis Buitrón). Como en la Federación éramos un equipo nuevo, empezamos de cero, por la categoría más baja. El primer año lo dirigió Tono Vives (yo entrenaba entonces el juvenil del Colegio, creo…). La segunda temporada ya lo cogí yo, y ese año se produjo además una renovación casi total de los jugadores que integraban el sénior, porque bastantes de los que jugaban en el anterior equipo lo dejaron voluntariamente para dejar paso a promociones más jóvenes.

 

P-. Y prácticamente a ascenso por año, metes al equipo en la tercera máxima categoría del fútbol sala nacional. ¿Cómo fueron esos años? ¿Cómo ibas renovando al equipo y haciendo que siempre fuese competitivo?

R-. El objetivo era que los mejores jugadores de cada promoción pudieran seguir vinculados al Colegio participando en el sénior; que “entrar” el equipo fuera un premio, una culminación de su carrera futbolística escolar, si se puede decir así. Para facilitar la incorporación, se hicieron dos cosas (pero sin imponerlas desde arriba, sino que surgieron por la propia naturaleza de las cosas): casi todos los equipos inferiores jugaban con el mismo sistema del sénior (sobre todo, porque sus entrenadores solían ser precisamente jugadores del sénior) y a muchos juveniles se les “subía” al sénior en bastantes partidos, y así iban conociendo a los que podrían ser sus futuros compañeros.

En honor a la verdad, y como homenaje a todos los que han formado parte del sénior a lo largo de su historia, he de decir que la mezcla de promociones jamás se notó, que el ambiente siempre fue agradabilísimo, y que quizá por eso aún hoy la amistad y el cariño de muchos jugadores del sénior de edades distintas se sigue manteniendo.

 

P-. ¿Cuáles eran tus señas de identidad? ¿Qué es lo que te gustaba que destacase de tu equipo?

Nosotros teníamos muchas limitaciones como equipo, derivado de que todos éramos no profesionales: solamente teníamos uno o dos días de pabellón, no teníamos apenas tiempo para trabajar la preparación física, no podíamos “fichar” de fuera (sólo dos “extranjeros”, es decir, no antiguos alumnos, simultáneamente), los jugadores no tenían “exclusiva” y solían participar en varias competiciones durante la semana e incluso el propio fin de semana (el interno, algunas temporadas el fútbol 11, aparte del torneo de la Universidad u otros campeonatos)…Por lo tanto, pensé que lo mejor era hacer pocas cosas, pero bien hechas. Y eso creo que era nuestra seña de identidad: una buena defensa, unas jugadas de estrategia bien ensayadas, y sobre todo, una gran capacidad de luchar y esforzarse hasta el final, incluso cuando íbamos perdiendo.

Sinceramente, creo que éramos un equipo disciplinado, peleón y al que los rivales temían enfrentarse, porque siempre les podíamos ganar. A eso ayudó un sistema de juego que creo que es muy bueno (y aún sigue siendo la base del posicionamiento del equipo), que ideó Paco García (un grandísimo entrenador profesional y padre de uno de nuestros jugadores) y que yo procuré adaptar a las características de nuestro equipo.

 

P-. Luchar por la permanencia, pelear por estar arriba, competir, formar jugadores, fomentar la unidad del equipo, educar, inculcar valores… ¿cuáles eran tus máximas prioridades?

R-. Creo que todas esas finalidades no son incompatibles, y se puede luchar por alcanzarlas simultáneamente, y eso es lo que siempre he pretendido. La idea era clara, y se la intenté transmitir a mis jugadores a lo largo de los años: si decidimos competir, nos lo tomamos en serio y lo hacemos de la mejor manera posible, teniendo en cuenta las limitaciones que existían, a las que antes he aludido. Y he de decir que muchos de esos objetivos se consiguieron, o al menos siempre peleamos por lograrlos: casi siempre estuvimos arriba en la clasificación (incluso ganamos varios trofeos), los jugadores mejoraron como futbolistas y sobre todo como personas, y se crearon unas relaciones humanas extraordinarias entre todos los que formábamos parte del equipo. Evidentemente, de eso es lo que me siento más orgulloso, y ojalá no se pierda jamás.

 

P-. Viviste y padeciste los problemas económicos de subsistir económicamente en una categoría tan costosa. ante la necesidad, ¿imaginación?

R-. Sí, la imaginación es muy importante (me parece una gran idea la de crear socios honoríficos y celebrar un día del club), pero sobre todo nosotros sobrevivimos todos esos años gracias a la ayuda de gente buena, generalmente familiares de alguno de los jugadores, que se apiadaba de nosotros y movía influencias para que se nos diera algo de dinero en concepto de patrocinio. Quiero agradecer especialmente en este punto el apoyo que nos dieron, además de la Asociación de Antiguos y el Club Pilaristas, José Pío Arsuaga, Emilio Rodríguez, Ignacio Núñez, Tino Pérez, Juan Miguel Villar Mir, Nuria González-Agraz, José Escalona y tantos otros a cuyas gestiones se debe la subsistencia actual del sénior.

 

P-. Quien conoce la historia de este equipo sabe lo mucho que le has dado y lo importante que ha sido tu figura en su devenir. Pero, ¿qué te ha dado AA Pilaristas FS a ti?

R-. Unos años inolvidables, donde he disfrutado mucho, me lo he pasado de cine, y además he aprendido una barbaridad (porque, entre otras cosas, me obligó a sacarme el nivel 2 de entrenador nacional de Fútbol sala). Pero, sobre todo, me ha permitido conocer a personas extraordinarias cuya amistad procuraré conservar mientras viva (y espero que siga después en el cielo, jeje).

 

P-. Dos preguntas en una. Primero me gustaría saber con qué o con cuáles momentos te quedarías de todos los que viviste en los muchos años al frente del equipo. Y segundo, querría conocer tus sensaciones en el histórico partido contra Caja Segovia en el que te vimos vibrar desde la grada.

R-. No es fácil elegir un episodio concreto porque han sido muchos años y en todos hubo ocasiones memorables. Pero por quedarme con uno, escogería la final de la Copa de Madrid que ganamos al Móstoles en el último segundo, en el que fue mi último partido (y el de algunos jugadores que estuvieron conmigo muchas temporadas) como entrenador del sénior.

Respecto de mis sensaciones el día del partido de Copa contra Caja Segovia que se disputó el año pasado, creo que sentía un sano orgullo de comprobar lo que entre todos hemos sido capaces de hacer con el senior del Pilaristas. Al ver el pabellón lleno, casi todos los exjugadores allí presentes animando al equipo, el juego tan espectacular que hicieron los que estaban en la cancha, pensé: esto es un trabajo bien hecho, ya está la obra bien cuajada…

 

P-. Sabemos que sigues la trayectoria del equipo en la actualidad. ¿Ves algo de este equipo que te recuerde al que tu entrenaste? ¿En qué crees que han cambiado más las cosas?

R-. Cada entrenador tiene sus propias características y su manera de hacer las cosas, y así debe ser, porque precisamente por eso los equipos avanzan, se enriquecen y mejoran. El actual sénior (ahora dirigido por Pablo Núñez, antes por Jorge Avilés, ambos en su momento también jugadores del equipo) creo que ha trabajado muy bien aspectos del juego que nosotros no desarrollábamos tanto, como la salida de presión o el ataque de cinco. Pero me parece que el sistema básico de juego, e incluso la concepción del equipo en cuanto tal (es decir, poner siempre por delante el buen ambiente y las relaciones humanas antes que los resultados), son los de toda la vida, y me parece que eso también es bueno, porque hace al equipo reconocible y lo dota de una personalidad propia.

 

P-. Toca mojarse ¿te atreverías a dar un quinteto formado por los jugadores más destacados en todos tus años como entrenador?

Decir un quinteto siempre es injusto, porque sólo puedes elegir a cinco jugadores, y con ello dejas fuera a otros que perfectamente podrían estar en él por derecho propio. Y en mi caso aún resulta más difícil decantarme por un “equipo ideal”, porque han sido once años entrenando el equipo, y he tenido muchos y muy buenos jugadores. Por lo tanto, y quizá defraudando las expectativas del gran público, en esta pregunta “pasopalabra”.

 

P-. Para terminar, ¿desearías agregar algo más?

Sólo una cosa: quiero aprovechar esta entrevista para dar las gracias a todos los jugadores que han estado en el sénior a lo largo de estos años, por todo lo que me han dado, y pedirles perdón de corazón por cualquier cosa que pude haber hecho mal y que les dolió o les pudo molestar.

Bueno, y que sigáis manteniendo esta web, que cumple una finalidad fundamental para dar a conocer y poder seguir al sénior.

 

Julio, muchísimas gracias por tu tiempo para responder a esta entrevista. Los que estamos ahora a cargo de AA Pilaristas FS y los que vendrán te estaremos eternamente agradecidos por todo lo que hiciste por la subsistencia del equipo.

 

 

¡FORZA PILARISTAS!